Type de publication:
ThesisSource:
Barcelona : Universitat de Barcelona, Spain, p.1 online resource (2015)Autre numéro:
OCLC: 970410514URL:
http://hdl.handle.net/10803/392702Mots-clés:
Open access, ThesesRésumé:
<p>Antes de empezar el estudio de la dramaturgia poético-musical de Antonio de Zamora (1665-1727) propiamente dicho, es necesario detenerse en la recepción de su obra durante los siglos XVIII, XIX y principios del XX. Esta, desvirtuada y errónea, motivó la postergación del dramaturgo y, con él, la fundamental etapa de entresiglos, convirtiéndose esta recepción en un indicador privilegiado del cambio de etapa cultura y literaria de España a lo largo del siglo XVIII. Tiene especial interés Leandro Fernández de Moratín, debido a que fue el primero que lo situó en la historiografía literaria a la vez que su despotismo neoclásico hizo que fuera el que peor entendió la obra del madrileño. El sentido dramático para el madrileño atiende a una percepción pragmática y dinámica del teatro, tanto palaciego como popular, y atiende a los menesteres que van surgiendo en la praxis dramática. Además, el estudio del prólogo a Comedias nuevas de 1722 y su contextualización literaria aporta una irrefutable prueba de la magnitud que ya en aquel tiempo empezaba a tener el elemento clasicista, tal y como lo pone de manifiesto Responde a don Panuncio don Armengol. Para la profundización en las fiestas reales barrocas del dramaturgo era indispensable realizar una revisión propiamente del género. Esta se centraba en una teorización que atendiera desde su concepción a un reconocimiento de los rasgos principales que posibilitan la existencia de fiestas reales barrocas. De esta manera se ha logrado un profundo estudio de las fiestas reales barrocas como ceremonias espectaculares dinámicas y aglutinadoras de poesía, música y escenografía, motivadas por una determinada "ocasionalidad" espacio-temporal e histórico-política y expresadas mediante el elemento fabuloso y no realista. Este nuevo marco teórico aplicado al autor ha permitido que por primera vez se haya podido estudiar desde la formación de un dramaturgo palaciego a la ideología y posicionamiento político y social del madrileño en los complejos e importantes tiempos de Carlos II y Felipe V. En esa evolución producida con la nueva dinastía, Antonio de Zamora será un protagonista en el proceso de adaptación y cambio del género poético-musical de principios del siglo XVIII. Además, se ha podido datar mediante la interpretación de la "ocasionalidad" las fiestas reales Viento es la dicha de amor (1708) y Desprecios vengan desprecios (1708), comedias de figurón tan importantes como El hechizado por fuerza (1698) o Don Domingo de don Blas (1707), así como confeccionar un catálogo de sus obras completas.</p>
Notes:
Tesis.
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